El Limbo Hotel era el sueño de la vida de Cory y Kein. Transformaron con sus propias manos el pequeño pueblo costero abandonado en un negocio próspero y alegre, siempre abarrotado de huéspedes que venían de todas las partes del mundo. Pero todo cambió el día que ella murió, dejando a Kein solo, derrotado y al cargo de mantener vivo ese sueño. Desde entonces no ha vuelto a llegar ningún cliente a este remoto paraje. Solo la llegada por accidente de Aiden ha roto la racha sin visitas de los últimos años.