Eccediciones
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Tragedia griega

Hasta ahora los lectores de esta colección hemos sabido poco de Orión: apenas le conocemos más allá de su carácter impulsivo e irreflexivo. Sin embargo, como las circunstancias excepcionales requieren medidas excepcionales (y tened por seguro que las circunstancias están a punto de ponerse de lo más “excepcional”), Orión va a permitir que nuestros protagonistas echen un buen vistazo a su pasado, a sus circunstancias. Por desgracia para él, la que dejó atrás no es una que se quede en el pasado con facilidad: cuando se encuentre cara a cara frente a ella, será el momento de decidir entre un ayer cómodo y un mañana lleno de peligros... pero en el que es libre.

No será esta la única faceta que descubriremos: Wonder Woman jamás se había visto empujada a los límites a los que se va a ver conducida en este arco argumental. Pese a los peligros que ha afrontado, pese a haber viajado hasta los infiernos, siempre había encontrado un modo de salir con vida utilizando su determinación, su fuerza o su ingenio. Al enfrentarse a un rival contra el cual no basta con eso, Wonder Woman se verá obligada a tomar una decisión que abre la puerta a una cara más oscura de sí misma, más violenta. Si finalmente caerá por ese abismo al que ha decidido asomarse o si mantendrá la entereza, es algo que de momento solo Azzarello sabe.

La persecución no ha terminado, ni mucho menos: los dioses aún ansían a Zeke, el hijo de Zeus, y no importa quien caiga en la guerra por hacerse con él. En este arco argumental, el heroísmo y la tragedia son más palpables que nunca: el sacrificio, elemento fundamental dentro del género, guiará las decisiones de muchos de los personajes implicados. En algunos casos, sus decisiones les darán la vida. En otros casos, la muerte.

Alberto Morán Roa

Artículo originalmente publicado como introducción de Wonder Woman núm. 6.