Eccediciones
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Sobre héroes y tumbas

En 1988, el asesinato de Jason Todd a manos del Joker sacudió con fuerza el universo del Caballero Oscuro. El homicidio se produjo de una forma tan traumática que, en un género tan proclive a las resurrecciones como son los cómics de superhéroes, el difunto Robin permaneció bajo tierra durante casi dos décadas. En 2003, el guionista Jeph Loeb apuntó una posibilidad inquietante: que el antiguo “Chico Maravilla” hubiera sobrevivido y se hubiera convertido en un villano. En aquel momento, la idea no pasó del campo de las probabilidades. Pero su mera mención sembró en la mente del escritor Judd Winick la semilla de una nueva historia: la del regreso de Jason Todd.

Winick moldeó la idea hasta convertirla en un largo arco argumental que, con el título Bajo la capucha, se desarrolló en la serie Batman entre febrero de 2005 y abril de 2006. La historia giraba en torno al enfrentamiento entre Batman y un justiciero frío y sanguinario llamado Capucha Roja. Este misterioso vigilante no era otro que Jason Todd, regresado de entre los muertos con el propósito de mortificar a Batman y de ejecutar al Joker. El halo de la polémica rodeó la historia desde el principio. Y el relato alcanzó tal popularidad que incluso fue objeto de una adaptación cinematográfica en formato de dibujo animado.

Sin embargo, cuando Winick concluyó la historia, era consciente de algunas lagunas en el argumento. También sabía que habría resultado muy difícil llenarlas sin prolongar innecesariamente el desarrollo de la historia. Por tanto, para atar los cabos sueltos, concibió la serie limitada Red Hood: The Lost Days (2010), centrada en el proceso de aprendizaje que transformó al joven Robin en un asesino letal. Con este corolario, ECC inicia la publicación de este extenso arco argumental en una serie de tres volúmenes titulada Batman: Bajo la capucha. El infierno de Jason Todd no ha hecho más que empezar.

Jorge García


Artículo incluido en las páginas de Batman: Bajo la capucha núm. 1.