Septiembre de 2011 fue un mes clave en la historia de DC Entertainment. El lanzamiento del Nuevo Universo DC supuso un éxito sin precedentes que volvió a colocar a la editorial estadounidense en el primer plano de la actualidad, todo un acontecimiento digno de celebrar. Así pues, en los dos años siguientes, el mes del “aniversario” se conmemoró con eventos especiales. En 2012, se publicaron los episodios correspondientes al Año cero en que se profundizaba en el origen de los protagonistas de las series o se avanzaban tramas que afectarían a los títulos a medio plazo. En 2013, coincidiendo con el fin de la esperada saga La Guerra de la Trinidad (publicada por ECC en Liga de la Justicia y Liga de la Justicia de América) y el estreno de Maldad eterna, los villanos se convirtieron en protagonistas de las cabeceras más comerciales de la casa.

Los episodios del “Mes de los villanos” comienzan a publicarse este mismo mes en los títulos de ECC Ediciones, sea en las colecciones mensuales (véase Green Lantern) o en antologías en forma de miniserie como esta Liga de la Justicia: Maldad eterna que tenéis entre manos. En esta primera entrega, se incluyen los números de Aquaman protagonizados por el Señor del Océano y Manta Negra. Los hechos vividos por este último resultarán especialmente relevantes durante los próximos meses, pero no adelantemos aconteci- mientos.

Inmediatamente después, asistimos al origen de Creeper, un antihéroe tradicional del Universo DC que, dada su naturaleza mágica o, mejor dicho, demoníaca, “invade” la serie de la Liga de la Justicia Oscura a la espera de saber qué ha sido de Constantine y compañía. El broche de oro lo pone un relato protagonizado por los Villanos, esto es, los enemigos de Flash, que también tendrán una importancia considerable en el transcurso de Maldad eterna.

Fran San Rafael

Artículo originalmente publicado como introducción de Liga de la Justicia: Maldad Eterna núm. 1.