Superman asombró al mundo con unas habilidades sobrehumanas que nadie había visto hasta entonces. Batman llegó para enfrentarse a delitos mundanos que asolaban las calles de Gotham City. Shazam ratificó que los superhéroes con capa habían llegado para quedarse. Y entonces, Wonder Woman dio un puñetazo sobre la mesa. Las mujeres también tenían derecho a ingresar en aquel Olimpo de la cultura popular que cobraba vida mientras la Segunda Guerra Mundial convertía la vida real en un Infierno. Fuerte, veloz, poderosa en general y con un abanico de artefactos tan característicos como el Lazo de la Verdad, el Avión Invisible o los brazaletes donde rebotaban las balas de los enemigos, la princesa Diana abandonó el idílico retiro de Isla Paraíso cuando el mundo más la necesitaba. Y aquí se quedó.

Más de ocho décadas después del mítico All-Star Comics núm. 8 (Wonder Woman: 80 años de la guerrera amazona), donde William Moulton Marston y H.G. Peter contaron su salida de Themyscira, celebramos el Día de Wonder Woman aclamando a la primera superheroína de la historia que tuvo una serie propia. O mejor dicho, más de una. De la mano de autores como Ross Andru, Gene Colan, George Pérez, Phil Jiménez, Brian Azzarello y un sinfín más, el legado de Marston y Peter ha sido también el de un personaje único. Es la más poderosa de una raza de guerreras mitológicas. Pero al mismo tiempo, es la principal defensora de la paz. Su objetivo no es castigar a sus enemigos sino, siempre que sea posible, redimirlos. Se ha enfrentado a dioses griegos como Ares, a antiguas amigas como Cheetah y a muchachas traumatizadas como Cisne Plateado. Ha sido miembro de la Liga de la Justicia. E incluso, en un momento dado de su historia reciente, fue pareja de Superman.

Por si fuera poco, tanto Diana de Themyscira como las amazonas son también un icono de igualdad, de la fortaleza de la mujer y de la reivindicación de los derechos del colectivo LGTBIQ+. Todos estos ingredientes la convierten en la heroína perfecta, en un ser casi infalible que ha vivido momentos memorables a lo largo de su trayectoria.
 

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Texto: Fran San Rafael.