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El día que perdimos a la Legión de Superhéroes

Superboy: Legión recopila una miniserie de dos números dibujada por Alan Davis con guion y tinta de Mark Farmer. No hace falta decir más. La simple inclusión de estos autores convierte esta obra en un clásico instantáneo. Cuando se habla de calidad, pocos equipos creativos llegan al nivel de estos genios del noveno arte. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Bajo la apacible imagen de una miniserie de dos números benevolente y autoconclusiva, se esconde una de las historias más oscuras de la Legión de Superhéroes... ¡pero que no tiene nada que ver con el tebeo que estáis a punto de leer! ¿Intrigados? Tranquilos, que hay una explicación para todo.

Todo empezó a finales de los años ochenta. Por aquel entonces, la Legión de Superhéroes estaba en su nivel más alto de popularidad. Aun así, en DC Comics decidieron relanzar su cabecera principal con un nuevo título escrito y dibujado por Keith Giffen con la ayuda de Tom y Mary Bierbaum. Lo curioso del asunto es que el relanzamiento supuso un salto temporal de manera que los autores retomaron las aventuras de nuestros héroes cinco años después de lo acaecido en el último número de la anterior colección de la Legión. El grupo del futuro dio tan buenos resultados que, en abril de 1993, sus editores decidieron que había llegado el momento de probar la publicación de una segunda serie regular: Legionnaires.

Todo iba miel sobre hojuelas, pero el paso del tiempo hizo que los lectores fuesen perdiendo el interés por la Legión de Superhéroes hasta tal punto que las ventas de ambas cabeceras entraron en el terreno de la cancelación. De nada sirvió que se probasen nuevas y excitantes aventuras, o espectaculares cambios creativos. A principios del año 2000, tanto Legion of Supe-heroes como Legionnaires estaban vistas para sentencia. Ambas iban a cerrar, una con la publicación de su núm. 125 y la otra, con el 81. Y lo peor de todo era que ambos títulos contaban con un envidiable nivel de calidad. ¡Su cancelación no era justa!

Aquí es donde entra en juego Superboy: Legión. Los héroes del futuro habían sobrevivido épocas buenas y malas, y jamás habían faltado a su cita mensual con los lectores. Iba a ser muy extraño que un mes se la saltaran por el supuesto final de sus series, máxime cuando el núm. 125 de Legion of Super-heroes contaba con un desenlace abierto en el que la mitad de la Legión sacrificaba su vida para salvar el universo. ¿Hemos dicho ya que la cancelación de estas series no era justa? Pues es aún más injusto despedir a los seguidores de la Legión sin aclarar las consecuencias de una historia tan espectacular.

Por supuesto, el final de Legion of Super-heroes había dejado las puertas abiertas para un futuro relanzamiento que llegaría en la forma de una maxiserie de 12 números titulada Legion Lost, que vendría seguida por otra miniserie y un nuevo título mensual. No obstante, el cierre de la cabecera madre era tan impactante que en DC Comics creyeron necesario hacer un salto de dos meses entre una etapa y otra, lo cual planteaba un problema, ya que la editorial se resistía a que los héroes del futuro se saltasen una cita mensual a la que no habían faltado en décadas. ¿Cuál fue la solución? Muy simple, optaron por publicar una historia ubicada en el sello Otros Mundos, una línea editorial dedicada única y exclusivamente a narrar historias alternativas, de manera que seguía apareciendo un tebeo de los legionarios pero el secreto de lo sucedido con estos al final de Legion of Super-heroes se mantenía intacto.

Como sucede con casi todos los Otros Mundos, Superboy: Legión toma personajes que nos son familiares, pero los modifica de una manera jamás vista anteriormente. Por eso no estamos ante la típica historia del joven Clark Kent que visita el futuro, sino ante una épica aventura en la que Kal-El es el último superviviente de Krypton y sobrevive a la destrucción de su planeta en el siglo XX pero llega a la Tierra... ¡1.000 años después! La historia toma elementos de la Edad de Plata de los cómics, pero los actualiza según los gustos de los lectores de los años noventa. Por supuesto, al tratarse de una narración que altera tantas cosas, y aunque cuenta con elementos ampliamente conocidos por todos, la accesibilidad está más que asegurada.

A pesar de todo lo que acabamos de contar, siempre quedará la duda de si Superboy: Legión tomó forma de manera exclusiva para cubrir el hueco generado por el
cierre de Legion of Super-heroes o simplemente se dio la casualidad de que se estaba preparando este especial y los chicos de DC Comics aprovecharon la ocasión
para publicarlo. Es muy posible que sea así, pero eso no quita que la aparición de Superboy: Legión fuese todo un acontecimiento. ¿Os imagináis lo que es leer una historia tan respetuosa con el pasado de los legionarios, aun modificando tantos aspectos, justo un mes después de que la mitad de estos mordieran el polvo?

Enrique Ríos

Artículo publicado originalmente como introducción de Superboy: Legión.