Tuvo el honor de ser el primer Robin y, en consecuencia, todo un pionero en una época en que aún no existían los ayudantes juveniles que proliferarían a partir de entonces. Creado por Bill Finger y Bob Kane en 1940 para llamar la atención de los lectores más jóvenes, el Chico Maravilla se convirtió en una parte esencial de la mitología de Batman.
Se trataba de un compañero inseparable que, paradójicamente, se terminó separando de su mentor para adoptar una nueva identidad, la de Nightwing. Desde entonces, es un héroe independiente aunque de vez en cuando se reúna con el Hombre Murciélago para echarle una mano en situaciones especialmente delicadas. Y no olvidemos que incluso lo ha sustituido cuando las circunstancias lo han requerido.
El origen de Dick Grayson es tan trágico como el del Caballero Oscuro. Sus padres y él conformaban los Grayson Voladores, unos acróbatas que trabajaban en el Circo Haly. Cuando el dueño de este se negó a ceder al chantaje de un mafioso, este provocó el accidente que mató al matrimonio Grayson ante los ojos de su hijo, que terminó bajo la tutela de Bruce Wayne. Mientras el muchacho intentaba resolver el asesinato que le había cambiado la vida, conoció a Batman, y no tardó en deducir que Wayne y él eran la misma persona. Así pues, aprovechando sus dotes de atleta, terminó convirtiéndose en Robin y, pocos años después, en el independiente Nightwing.
Sus aventuras actuales, englobadas en el Nuevo Universo DC, se pueden seguir en una colección regular homónima realizada por el guionista Kyle Higgins y el dibujante Eddy Barrows, al que pronto sustituirá Brett Booth, de cuyo trabajo hemos disfrutado en títulos como Jóvenes Titanes: Año cero. En ella, Dick hereda el Circo Haly y los numerosos problemas que conlleva... Y no nos referimos solo a una situación económica que no es demasiado boyante. Y cómo no, la colección también explora la vida sentimental del joven, en la que juegan un papel fundamental tres mujeres: Raya Vestri, una amiga de la infancia; Sonia Zucco, la hija del mafioso que mató a sus padres; y Barbara Gordon, alias Batgirl, con la que siempre ha mantenido una relación muy especial.
Los hechos más recientes de las series Nightwing y Batman, concretamente en la saga La muerte de la familia, han distanciado a los dos héroes. No obstante, en Injustice: Gods Among Us, las cosas son muy distintas. En estas páginas, Dick sigue siendo el aliado imprescindible de toda la vida, ese con quien el Caballero Oscuro puede contar siempre que lo necesite. Y en este caso, la situación no podría ser más dramática, ya que deben impedir que Superman y sus aliados se lleven del Asilo Arkham a los reclusos más peligrosos. Ya vimos en el anterior cuaderno que el actual Robin, el hijo biológico de Batman, sí ve con buenos ojos los actos del Hombre de Acero, con lo cual el enfrentamiento familiar está más que asegurado. Y lo que suceda a continuación será decisivo para el transcurso de esta apasionante aventura.

Fran San Rafael
Artículo originalmente publicado en las páginas de Injustice: Gods among us núm. 6.
Se trataba de un compañero inseparable que, paradójicamente, se terminó separando de su mentor para adoptar una nueva identidad, la de Nightwing. Desde entonces, es un héroe independiente aunque de vez en cuando se reúna con el Hombre Murciélago para echarle una mano en situaciones especialmente delicadas. Y no olvidemos que incluso lo ha sustituido cuando las circunstancias lo han requerido.
El origen de Dick Grayson es tan trágico como el del Caballero Oscuro. Sus padres y él conformaban los Grayson Voladores, unos acróbatas que trabajaban en el Circo Haly. Cuando el dueño de este se negó a ceder al chantaje de un mafioso, este provocó el accidente que mató al matrimonio Grayson ante los ojos de su hijo, que terminó bajo la tutela de Bruce Wayne. Mientras el muchacho intentaba resolver el asesinato que le había cambiado la vida, conoció a Batman, y no tardó en deducir que Wayne y él eran la misma persona. Así pues, aprovechando sus dotes de atleta, terminó convirtiéndose en Robin y, pocos años después, en el independiente Nightwing.
Sus aventuras actuales, englobadas en el Nuevo Universo DC, se pueden seguir en una colección regular homónima realizada por el guionista Kyle Higgins y el dibujante Eddy Barrows, al que pronto sustituirá Brett Booth, de cuyo trabajo hemos disfrutado en títulos como Jóvenes Titanes: Año cero. En ella, Dick hereda el Circo Haly y los numerosos problemas que conlleva... Y no nos referimos solo a una situación económica que no es demasiado boyante. Y cómo no, la colección también explora la vida sentimental del joven, en la que juegan un papel fundamental tres mujeres: Raya Vestri, una amiga de la infancia; Sonia Zucco, la hija del mafioso que mató a sus padres; y Barbara Gordon, alias Batgirl, con la que siempre ha mantenido una relación muy especial.
Los hechos más recientes de las series Nightwing y Batman, concretamente en la saga La muerte de la familia, han distanciado a los dos héroes. No obstante, en Injustice: Gods Among Us, las cosas son muy distintas. En estas páginas, Dick sigue siendo el aliado imprescindible de toda la vida, ese con quien el Caballero Oscuro puede contar siempre que lo necesite. Y en este caso, la situación no podría ser más dramática, ya que deben impedir que Superman y sus aliados se lleven del Asilo Arkham a los reclusos más peligrosos. Ya vimos en el anterior cuaderno que el actual Robin, el hijo biológico de Batman, sí ve con buenos ojos los actos del Hombre de Acero, con lo cual el enfrentamiento familiar está más que asegurado. Y lo que suceda a continuación será decisivo para el transcurso de esta apasionante aventura.

Fran San Rafael
Artículo originalmente publicado en las páginas de Injustice: Gods among us núm. 6.