“Seres de trueno, contempladme.
Vosotros, donde se pone el sol, contempladme.
Vosotros, donde vive el poderoso gigante blanco, contempladme.
Vosotros, en las profundidades de los cielos, contempladme.
Como era hace mucho tiempo, caminaré.
Restaurad mi cuerpo. Restaurad mi voz.
Dadme la fuerza para caminar por la suave tierra.
Dadme la fuerza para caminar de nuevo por la senda negra…”
Y al igual que el enigmático Catcher, el que fuera uno de los últimos grandes hitos del sello Vertigo retoma su senda negra en Scalped - La saga completa, del estadounidense Jason Aaron y el serbio R.M. Guéra. Poco se puede añadir sobre uno de los pilares del cómic americano del siglo XXI, ahora recogido en un único tomo. Un referente histórico del noir contemporáneo. Pero no se puede escapar al destino y, si estás leyendo estas líneas, tú también caminas la senda. Porque ahora la atenta mirada de los dioses que contemplan Prairie Rose, allá donde vino a morir la gran nación sioux, también te está observando.
El tropo del cementerio indio, tan socorrido en el terror, ha sido a menudo denunciado por su apropiación cultural, simplificación racista y borrado de identidades a través del tópico del indígena mágico. Y porque, al fin y al cabo, todo Estados Unidos es un cementerio indio, una nación construida sobre los cadáveres de sus aborígenes, como Scalped. Entre otras razones, porque todo gira en torno al jefe del clan lakota, Lincoln Cuervo Rojo, quien ha construido su vida y legado sobre los cuerpos de aliados y enemigos, ahora encarnados en su recién inaugurado casino de la reserva, rodeado de pobreza, alcoholismo y decadencia.
No obstante, y a pesar de que Aaron, Guéra y sus colaboradores se adscriban al género negro, especialmente al introducir la figura de Dashiell (Caballo Terco, no Hammett), hijo de una antigua compañera de Cuervo Rojo, recién llegado a la reserva con un pesado secreto a cuestas, lo cierto es que los autores están también interesados en el comentario social. Al fin y al cabo, la relación entre el jefe y Gina Caballo Terco comenzó en los años 70, entre protestas y manifestaciones por los derechos civiles de los pueblos indígenas americanos. Un activismo de pasiones desatadas, luchas de poder, búsqueda de identidad del movimiento… y dos muertes que marcarían para siempre la relación del grupo.
De la convergencia de ambos géneros, noir y social, se nutren los dos espíritus de Scalped y de Cuervo Rojo, el hombre que busca el engrandecimiento de su pueblo a través de un engrandecimiento personal que no termina de aceptar, empleando por ello las herramientas del enemigo, transformándose en aquello contra lo que dice luchar y cuestionándose en más de una ocasión. Uno de los episodios negros que recupera el cómic a través de la infancia de su jefe mafioso son los intentos de la Iglesia de reeducar en sus internados a los indígenas para arrasar con sus raíces y convertirse en buenos cristianos. Y aunque las manos de Cuervo Rojo ya se mancharon de sangre en aquel entonces, y ha construido su vida luchando contra todo lo que aquella educación propugnaba, ahora contempla desde las alturas de su casino su obra y se pregunta si, tal vez, es él quien ha asesinado a su lakota interior, quien ha abandonado a su pueblo creyendo hacer lo contrario.
Scalped es un cómic de serie negra, pero todo en ella es gris. Es un mundo de hombres, atravesados por las peores trazas de la masculinidad, y rotos por ello en el proceso. Su destino es único, predecible y, sin embargo, están condenados a repetirlo. No hay desvío posible, no hay salida, solo el ataque o la huida hacia adelante, empantanados, condenados a mirarse al espejo y despreciar lo que ven. Porque la tierra es suave, pero la senda es negra.
Texto: Ander Luque.