Hablamos con el director de Flash. ¡En cines el 16 de junio!
¿Cómo describirías Flash?
Es una montaña rusa repleta de giros muy emocionantes, aunque, en el fondo, hable de emociones humanas. Es un espectáculo inmenso, pero también un drama y una comedia. ¡Es divertidísima!
¿Cuál es el núcleo emocional de la película?
Flash habla de la familia y del luto. Nos habla de conformarnos con cosas que no podemos cambiar. El mensaje de la película es ese. Tiene mucho que ver con esa necesidad tan humana de alterar algún elemento del pasado, y los viajes por el tiempo son una metáfora de eso. ¿Qué harías si tuvieras la capacidad de arreglar cosas trasladándote al pasado? Me encanta que esté basada en la serie Flashpoint. Se trata de una adaptación libre, pero tiene la misma semilla.
¿Cómo fue trabajar con varios Batman en la película?
Tanto Ben Affleck como Michael Keaton han interpretado a Batman anteriormente y cada uno ha abordado al personaje con un tono distinto. En el caso de Michael Keaton, posee un sentido del humor sarcástico que tiene mucho que ver con la forma en la que Batman afronta los dramas. Tiene un lado muy oscuro, pero también una luminosidad que, para mí, es lo más destacable del papel. Además, su Mansión Wayne es casi una catedral. Presenta una combinación de edificios preciosos que están rodeados de mugre y decadencia. Y, más o menos, es así como Bruce ve la ciudad. Antes era estupenda, pero ahora se han apoderado de ella unos elementos muy tóxicos.
¿Cómo encaja Supergirl en la película?
Uno de los giros que contiene la aventura es que Superman aterrizó en Siberia, donde lo encontraron unos mercenarios. Bruce descubre un asteroide que se estrelló en Rusia y Barry supone que Superman viajaba en él. No obstante, se topan con Supergirl, que encaja con la existencia de cronologías infinitas en las que hay cosas que son idénticas y otras que divergen muchísimo. Hay intersecciones que resultan inevitables, pero también existen cosas muy diferentes, como en este caso.
Texto original publicado por DC Nation.