El segundo acto de la epopeya de Batman de Grant Morrison arrancó en 2009 poco después de que el mundo declarase oficialmente muerto a Bruce Wayne en Crisis final. Con el padre ausente, el guionista centró su atención en la figura de Damian Wayne que había estado desarrollando y que ya se había convertido en el nuevo Robin en detrimento de Tim Drake, que adoptaría la identidad de Red Robin. No obstante, al muchacho había que atarlo en corto, de ahí que Dick Grayson decidiera sustituir a su antiguo mentor como nuevo Batman. Era la segunda vez que el Chico Maravilla original adoptaba el manto de su maestro, en aquel caso como coprotagonista de Batman y Robin, serie mensual que dibujaron estrellas tales como Frank Quitely, Cameron Stewart o Frazer Irving, colaboradores habitual de Morrison que se alternarían en los diferentes arcos argumentales.
Para entonces, los lectores que habían disfrutado de Crisis final sabían que Bruce Wayne no estaba muerto sino que se había trasladado a la Prehistoria tras el brutal ataque de Darkseid que lo había matado aparentemente. Comenzaba así un periplo por el tiempo en que el millonario recorría diferentes épocas de la mano del propio Morrison y de los diferentes artistas que se ocuparon de El regreso de Bruce Wayne, una miniserie de seis números que culminaría con la llegada del Batman original al presente. Sin embargo, su retorno no supuso la dimisión de Dick como Caballero Oscuro, ya que el trabajo que estaba realizando con Damian era encomiable. El pequeño se estaba suavizando poco a poco, y no convenía cambiarle la rutina. Además, Wayne tenía otros planes: fundar una suerte de organización internacional de Hombres Murciélago con sucursales en diversos países. Así, mientras Grayson protegía Gotham City y tenía controlado a Robin, él se podía dedicar a formar al Batman de Japón, por mencionar tan solo un ejemplo. La situación se abordó en Batman Inc., dibujada por Yanick Paquette o el mencionado Cameron Stewart.
Dick Grayson no tardaría en retomar su papel de Nightwing. Sucedió con motivo del estreno del Nuevo Universo DC, un reinicio de la continuidad de los cómics de la casa que no afectó demasiado a Batman ni a sus aliados si exceptuamos pequeños detalles cronológicos o retornos sonados como el del propio Nightwing o el de Barbara Gordon, que volvía a ser Batgirl tras recuperarse de las lesiones que el Joker le había provocado años atrás en La broma asesina. En el nUDC, Morrison se convirtió en el autor principal de Superman en las páginas de Action Comics, y su participación en Batman se limitó al segundo volumen de Batman Inc., el último gran arco de su etapa. Con Damian ya “domesticado”, el muchacho empezó a afinar la relación que tenía su padre en la memorable Batman y Robin (segunda serie) que realizaron Peter J. Tomasi y Patrick Gleason. Y justo cuando todo parecía encarrilado para que el niño asesino se consolidase como el Robin de la nueva generación, Morrison lo mató dramáticamente. Y no murió a manos de cualquiera. Lo liquidó Leviatán, la organización terrorista que dirigía Talia al Ghul, su madre. Huelga decir que Robin regresaría unos meses más tarde porque ningún buen personaje merece desaparecer para siempre.
Mientras Morrison cerraba su ciclo de Damian Wayne, cuyo destino quedaría en manos de Tomasi y Gleason, y se despedía de los héroes de Gotham City, la serie madre de Batman recaía en el guionista Scott Snyder y el dibujante Greg Capullo. El primero ya había firmado varias historias de Dick Grayson en Detective Comics poco antes del nUDC, de ahí que fueran muchos los lectores que aplaudieran su llegada a la serie madre. Batman fue tal vez la colección regular más sólida de aquella etapa de DC Comics, en buena parte porque tanto Snyder como Capullo permanecieron en ella durante más de cuatro años. Además, los autores llegaron con ideas frescas como el Tribunal de los Búhos, una sociedad secreta que llevaba siglos moviendo los hilos de Gotham City sin que nadie se enterara. Por si fuera poco, sus dirigentes estaban acompañados por Garras, unos asesinos zombis de inmensa fuerza que complicaron la vida de Bruce Wayne durante el año que duró su primer enfrentamiento.
Como decíamos, Snyder y Capullo tenían planes a largo plazo para el héroe, que no tardó en enfrentarse al Joker en la que fuera una de las mejores historias que se han escrito sobre el villano durante los últimos años: La muerte de la familia. Poco después, se abordaría su primer año de vida heroica antes de que Wayne volviera a morir, de nuevo aparentemente, y el comisario Gordon tomara el manto de Batman durante una breve temporada que, por supuesto, se zanjó con un nuevo retorno triunfal de Wayne. Para entonces, la etapa de estos autores ya había ingresado con letras de oro en la historia de una franquicia a la que aguardaba otra Edad de Oro cuando el nUDC diera paso al evento Renacimiento.
Fue entonces cuando Tom King, uno de los guionistas más respetados del momento, llevó al Hombre Murciélago a unas cotas de calidad que nada tenían que envidiar a Morrison ni a Snyder y en la que tanto autor como editorial arriesgaron mucho orquestando eventos como la siempre postergada boda de Batman con cierta vieja conocida de los lectores o la llegada a Gotham City de héroes con superpoderes. Acompañado por dibujantes de la talla de Mikel Janín, David Finch o Joëlle Jones, King no ha dejado indiferente a nadie con una gran trama general en la serie regular Batman, un inmenso compromiso con los lectores que devoran sus historias.
Estas tres etapas, tan diferentes entre sí, no han hecho más que demostrar que un personaje tan veterano como el Caballero Oscuro no sería nadie sin una pléyade de autores que han sabido aprovechar los enfoques que permite su mitología. Batman es un justiciero urbano. Es el mejor detective del mundo. Es un superhéroe que hace frente a amenazas de todo tipo. Es un solitario. Sabe trabajar en equipo, sea con sus pupilos o con sus aliados de la Liga de la Justicia. En resumen, es un personaje tan polifacético que ha despertado la inspiración de cualquier autor que haya pasado por sus páginas a lo largo de las últimas ocho décadas. Y las que le quedan.
Fran San Rafael.
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia
Para entonces, los lectores que habían disfrutado de Crisis final sabían que Bruce Wayne no estaba muerto sino que se había trasladado a la Prehistoria tras el brutal ataque de Darkseid que lo había matado aparentemente. Comenzaba así un periplo por el tiempo en que el millonario recorría diferentes épocas de la mano del propio Morrison y de los diferentes artistas que se ocuparon de El regreso de Bruce Wayne, una miniserie de seis números que culminaría con la llegada del Batman original al presente. Sin embargo, su retorno no supuso la dimisión de Dick como Caballero Oscuro, ya que el trabajo que estaba realizando con Damian era encomiable. El pequeño se estaba suavizando poco a poco, y no convenía cambiarle la rutina. Además, Wayne tenía otros planes: fundar una suerte de organización internacional de Hombres Murciélago con sucursales en diversos países. Así, mientras Grayson protegía Gotham City y tenía controlado a Robin, él se podía dedicar a formar al Batman de Japón, por mencionar tan solo un ejemplo. La situación se abordó en Batman Inc., dibujada por Yanick Paquette o el mencionado Cameron Stewart.
Dick Grayson no tardaría en retomar su papel de Nightwing. Sucedió con motivo del estreno del Nuevo Universo DC, un reinicio de la continuidad de los cómics de la casa que no afectó demasiado a Batman ni a sus aliados si exceptuamos pequeños detalles cronológicos o retornos sonados como el del propio Nightwing o el de Barbara Gordon, que volvía a ser Batgirl tras recuperarse de las lesiones que el Joker le había provocado años atrás en La broma asesina. En el nUDC, Morrison se convirtió en el autor principal de Superman en las páginas de Action Comics, y su participación en Batman se limitó al segundo volumen de Batman Inc., el último gran arco de su etapa. Con Damian ya “domesticado”, el muchacho empezó a afinar la relación que tenía su padre en la memorable Batman y Robin (segunda serie) que realizaron Peter J. Tomasi y Patrick Gleason. Y justo cuando todo parecía encarrilado para que el niño asesino se consolidase como el Robin de la nueva generación, Morrison lo mató dramáticamente. Y no murió a manos de cualquiera. Lo liquidó Leviatán, la organización terrorista que dirigía Talia al Ghul, su madre. Huelga decir que Robin regresaría unos meses más tarde porque ningún buen personaje merece desaparecer para siempre.
Mientras Morrison cerraba su ciclo de Damian Wayne, cuyo destino quedaría en manos de Tomasi y Gleason, y se despedía de los héroes de Gotham City, la serie madre de Batman recaía en el guionista Scott Snyder y el dibujante Greg Capullo. El primero ya había firmado varias historias de Dick Grayson en Detective Comics poco antes del nUDC, de ahí que fueran muchos los lectores que aplaudieran su llegada a la serie madre. Batman fue tal vez la colección regular más sólida de aquella etapa de DC Comics, en buena parte porque tanto Snyder como Capullo permanecieron en ella durante más de cuatro años. Además, los autores llegaron con ideas frescas como el Tribunal de los Búhos, una sociedad secreta que llevaba siglos moviendo los hilos de Gotham City sin que nadie se enterara. Por si fuera poco, sus dirigentes estaban acompañados por Garras, unos asesinos zombis de inmensa fuerza que complicaron la vida de Bruce Wayne durante el año que duró su primer enfrentamiento.
Como decíamos, Snyder y Capullo tenían planes a largo plazo para el héroe, que no tardó en enfrentarse al Joker en la que fuera una de las mejores historias que se han escrito sobre el villano durante los últimos años: La muerte de la familia. Poco después, se abordaría su primer año de vida heroica antes de que Wayne volviera a morir, de nuevo aparentemente, y el comisario Gordon tomara el manto de Batman durante una breve temporada que, por supuesto, se zanjó con un nuevo retorno triunfal de Wayne. Para entonces, la etapa de estos autores ya había ingresado con letras de oro en la historia de una franquicia a la que aguardaba otra Edad de Oro cuando el nUDC diera paso al evento Renacimiento.
Fue entonces cuando Tom King, uno de los guionistas más respetados del momento, llevó al Hombre Murciélago a unas cotas de calidad que nada tenían que envidiar a Morrison ni a Snyder y en la que tanto autor como editorial arriesgaron mucho orquestando eventos como la siempre postergada boda de Batman con cierta vieja conocida de los lectores o la llegada a Gotham City de héroes con superpoderes. Acompañado por dibujantes de la talla de Mikel Janín, David Finch o Joëlle Jones, King no ha dejado indiferente a nadie con una gran trama general en la serie regular Batman, un inmenso compromiso con los lectores que devoran sus historias.
Estas tres etapas, tan diferentes entre sí, no han hecho más que demostrar que un personaje tan veterano como el Caballero Oscuro no sería nadie sin una pléyade de autores que han sabido aprovechar los enfoques que permite su mitología. Batman es un justiciero urbano. Es el mejor detective del mundo. Es un superhéroe que hace frente a amenazas de todo tipo. Es un solitario. Sabe trabajar en equipo, sea con sus pupilos o con sus aliados de la Liga de la Justicia. En resumen, es un personaje tan polifacético que ha despertado la inspiración de cualquier autor que haya pasado por sus páginas a lo largo de las últimas ocho décadas. Y las que le quedan.
Fran San Rafael.
Lista de capítulos:
Batman - Capítulo 1: El comienzo de la leyenda
Batman - Capítulo 2: Los primeros adversarios
Batman - Capítulo 3: La seducción de los inocentes
Batman - Capítulo 4: Los felices años sesenta
Batman - Capítulo 5: Vuelta a los orígenes
Batman - Capítulo 6: La época de la experimentación
Batman - Capítulo 7: Nuevas compañías
Batman - Capítulo 8: La llegada de Frank Miller
Batman - Capítulo 9: Malos tiempos para la familia
Batman - Capítulo 10: El Diablo a la luz de la Luna
Batman - Capítulo 11: Los formatos del murciélago
Batman - Capítulo 12: Un lugar solitario donde triunfar
Batman - Capítulo 13: La caída del Caballero Oscuro
Batman - Capítulo 14: La serie animada
Batman - Capítulo 15: El regreso del murciélago
Batman - Capítulo 16: Tierra de Nadie
Batman - Capítulo 17: El cambio de siglo
Batman - Capítulo 18: Silencio
Batman - Capítulo 19: La vuelta al cine
Batman - Capítulo 20: El Batman de Grant Morrison
Batman - Capítulo 21: ¿Por qué estás tan serio?
Batman - Capítulo 22: Amanece la justicia