Bueno, ¿qué tal Satán? ¿El mismísimo Diablo? ¿Lucifer? ¿Belcebú? ¿El Príncipe de la Oscuridad? Le llames como le llames, aquel que gobierna el Infierno con mano de hierro lleva mucho tiempo albergando un profundo rencor contra el último czarniano, y no está dispuesto a dejar ese resentimiento sin resolver. Y por supuesto, no está en la naturaleza del Hombre rechazar una buena pelea. Así que Lobo se va al infierno (más pronto de lo esperado, aunque hubiera terminado allí de todos modos) y empieza a destripar gente a diestro y siniestro. Pero además de estar pavimentada con buenas intenciones, botellas de cerveza y los destrozados y aullantes cuerpos de los condenados, la Autopista al Infierno da algunos giros y vueltas a lo largo del camino... ¡y le proporciona a Lobo algunas sorpresas desagradables!
El escritor e icono del trash metalScott Ian, miembro del grupo Anthrax, forma equipo con el brillante creador de The Maxx, Sam Kieth, para mostrarnos a un Lobo desencadenado y salvaje como jamás se había visto antes. En serio. Espera a llegar a la parte de la abeja. Es una locura.